domingo, 15 de noviembre de 2009

UNA VISIÓN ACERCA DE LA LLAMADA VULNERABILIDAD EN EDUCACIÓN (PRIMERA PARTE)


UNA VISIÓN ACERCA DE LA LLAMADA VULNERABILIDAD EN EDUCACIÓN[1]

1. Profesor: principal referente de los alumnos

Del profesor depende en gran medida el clima del aula. Es su actitud personal la que crea el clima. En toda situación es su respuesta o su intervención pedagógica la que decide si una crisis se agudizará o se apaciguará, si un estudiante se humanizará o se deshumanizará, si un apoderado violento seguirá violento o si se calmará. No es fácil ser profesor, menos fácil es ser profesor de alumnos que provienen de familias o un grupo de personas vulnerables, aquellas que acumulan desventajas de origen multicausal, que revelan carencia de elementos esenciales para la subsistencia y el desarrollo personal e insuficiencia de las herramientas necesarias para abandonar situaciones en desventaja, estructurales o coyunturales.[2]

El profesor es quien construye junto a sus alumnos el clima emocional del aprendizaje, es él quien interviene pedagógicamente para que las relaciones interpersonales se tornen agradables. Es él (ella) quien sabe que para aprender a amar mejor se debe comenzar con el más rebelde, el más tirano, el más desordenado, “el elemento negativo” del curso, y que es muchas veces el que menos nos agrada en el aula. Es él quien puede transformar a los alumnos más vulnerables en menos vulnerables. Es él quien sabe que debe dejar su propia vulnerabilidad de lado para poder enfrentar con mayor éxito el gran desafío de ganar la atención de su alumno, ganarse el respeto de éste y ganarse la autoridad del mismo. Todo esto con los ingredientes que los grandes maestros conocen y practican: perseverancia, paciencia y mucho amor.
Como nos recuerda Maturana[3] “el amor ocurre en el fluir de las conductas relacionales a través de las cuales la otra, el otro, o lo otro, surge como legítimo otro en convivencia con uno. O lo que es lo mismo, el amor es la emoción que constituye y conserva la convivencia social”.

Grandes e importantes responsabilidades tenemos – entonces - como educadores frente a los alumnos más vulnerables: ayudarles a satisfacer sus necesidades esenciales de tipo fisiológico, de seguridad, de protección, de pertenencia, de autoestima, de carencia de valores y buenas actitudes.
Así se establece como resultado de una investigación realizada en nuestra Universidad[4], en donde se identifican 22 características del profesor exitoso en escuelas vulnerables: 10 personales y 12 pedagógicas; entre estas últimas: “establecer reglas claras” (relacionadas con los derechos y deberes/obligaciones de los alumnos): poseer autocontrol, tener buena comunicación con los alumnos, entendida como, ser natural, reírse con ellos, hacer las clases amenas, pasar buenos momentos en clases.

Es en las escuelas vulnerables donde la labor docente se hace más extensa, diversa, especialmente más humana, sensible, emotiva y creativa, por el hecho de demostrar un compromiso mayor, es decir, el hecho de mostrar una real preocupación por la situación que sus alumnos viven.

2. Todos somos vulnerables

Vulnerable, según el diccionario, en su primera acepción significa ser sensible, frágil, con temores, inseguros, delicados. Luego, se refiere a carencias de naturaleza social, afectiva, cognitiva, actitudinal, de autoestima. También se refiere a personas que provienen principalmente de estratos socioeconómicos bajos y medios.

Los estudiantes se hallan soportando situaciones desagradables casi todos los días en el barrio o escuela. Se hallan expuestos a agresiones de parte de sus pares, incluso en la Universidad, hecho que subjetivamente lo percibo de manera especial en los momentos del llamado mechoneo.

Para empeorar las cosas, los estudiantes sienten que los adultos no hacen caso o quitan importancia a dichas manifestaciones de violencia o agresiones, simplemente porque sus instigadores son niños o jóvenes adolescentes. Como si estuviéramos convencidos de que ellos no pueden hacerse daño en la misma medida que un adulto puede hacérselo a otro adulto o a un menor. Una muestra de lo anterior lo constituyen las opiniones de los estudiantes de pedagogía, futuros profesores, que frente a mi intervención contraria a los desmanes que se producen en el mechoneo, expresan (textualmente):

- “No sabía que a algunos profesores les importara tanto lo que nosotros hacemos en la Universidad. Es bueno saberlo, pues para mí un educador no sólo es una persona que te enseña los contenidos a estudiar sino una persona que de verdad se preocupa por sus alumnos, un maestro que te ayuda a resolver los problemas de la vida y a enseñarnos que no estamos solos”.

- “De nuestros errores debemos aprender, el primer paso es reconocerlos. Siendo así, por quedar el mal comportamiento en la conciencia, el haber pasado a llevar los derechos de los mechones y humillarlos. Eso, es dejar huella”.

- “Aquí no hay culpables ni víctimas, ni menos victimarios, hay sólo personas que están creciendo, formándose y desarrollándose: para seguir adelante hay que necesariamente equivocarse y en la eventualidad, disculpar y disculparse”.

- “Creo que hay un ‘problemilla’ en la mente de nosotros como estudiantes, como jóvenes que muchas veces no tomamos las cosas con el peso que se debe y es todo a la ligera. Lo que puede influir en esto es que hoy en día la vida va tan rápido que nos dejamos llevar por cosas superfluas y vivimos el día a día sin proyectarnos como adultos y sin pensar las cosas dos veces, ya que muchas veces si nos diéramos el tiempo de ‘cranear’ los actos, nos podríamos ahorrar varios problemas o situaciones complejas que a veces son bastante fuertes que incluso nos pueden marcar por siempre el transcurso de nuestra vida”.

Si le restamos importancia a las percepciones y a las emociones de los estudiantes, les transmitimos la impresión de que realmente no importa nada de lo que digan o hagan, lo que viene a ser como añadir otro rechazo. Y eso es lo menos oportuno cuando el niño o joven acaba de verse rechazado por sus compañeros.

La intimidación entre compañeros es un mal social y debe corregirse. Normalizar el comportamiento abusivo es, prácticamente, garantizar que continuará. Hay que exigirles a los niños o jóvenes, aunque sean de corta edad, la responsabilidad por estas conductas. Entre otras cosas, para que aprendan que tales comportamientos no son aceptados. Tolerar la violencia le convierte a uno en cómplice de la misma, cuando no en participante directo.

[1] Documento preparado para el Seminario “El Aprendizaje en Contextos de Vulnerabilidad Escolar”, Universidad de Playa Ancha, Valparaíso, 17 de noviembre de 2009.
[2] Caro, E., 2003, en Bustos, A. (2008) “¿Es posible desencadenar conductas respetuosas en alumnos vulnerables?” Vinculación Establecimientos Educacionales-Universidad: Relacionándonos para ser mejores. Universidad de Playa Ancha, 2008:105.
[3] Maturana, H. (2002) La objetividad: un argumento para obligar. Dolmen eds.
[4] Cruz, F. et col (2008) “Características personales y pedagógicas de profesores exitosos en escuelas vulnerables”. Vinculación Establecimientos Educacionales-Universidad: Relacionándonos para ser mejores. Universidad de Playa Ancha, 2008:149.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, profesor, Soy camila ruiz,
Aqui dejo mi comentario acerca de la llamada vulnerabilidad en la educación.


“Grandes e importantes responsabilidades tenemos – entonces - como educadores frente a los alumnos más vulnerables: ayudarles a satisfacer sus necesidades esenciales de tipo fisiológico, de seguridad, de protección, de pertenencia, de autoestima, de carencia de valores y buenas actitudes.”
-Esta tarea se hace aun más difícil cuando no hay apoyo de parte de los padres. Si los padres destacaran habitualmente las virtudes de sus hijos, se preocuparan más de ellos, entregaran más amor o simplemente entregarles valores a lo largo de sus vidas, desde que tienen uso de razón y son capaces de percibir la diferencia entre lo bueno y lo malo, seria todo más simple para los educadores; sin embargo una gran cantidad de padres piensa que mandando al colegio a sus hijos aprenderán todo lo de la vida, ignorando que ellos podrían haber entregado lo primordial, modales y valores.
Algo que está directamente relacionado con los padres o apoderados es la autoestima de sus hijos, ya que si los padres confiaran plenamente en las capacidades de ellos, se sentirían mucho más seguros de sus capacidades.
* “Si existe una persona que crea en ti, tienes todas las posibilidades de llegar a ser exitoso” * = SIGMUND FREUD

-En el largo transcurso educativo se abarcan diversos procesos, dentro de los cuales se destaca el desarrollo psicológico e intelectual del estudiante.
Muchas investigaciones muestran que los factores tanto ambientales como personales afectan en el proceso del aprendizaje.
*(Un alumno está rodeado de situaciones que representan una tensión que puede desencadenar estrés, el cual, si no se detecta y se trata adecuadamente, provocaría bajo rendimiento académico.)
El estrés es uno de los principales factores que influye en el desempeño del individuo y en general en su calidad de vida. La vulnerabilidad al estrés es un fenómeno de gran frecuencia en los estudiantes.

-El profesor es el principal referente de los alumnos, de él dependerá el clima del aula por lo tanto su actitud será indispensable para crear un buen ambiente dentro de la sala de clases.

“Es en las escuelas vulnerables donde la labor docente se hace más extensa, diversa, especialmente más humana, sensible, emotiva y creativa, por el hecho de demostrar un compromiso mayor, es decir, el hecho de mostrar una real preocupación por la situación que sus alumnos viven.”
-En estos casos el profesor debe generar cierta empatía con los alumnos a tratar. El profesor deberá ponerse en el lugar del alumno, no tan sólo tratar de pensar como el si no que también tratar de sentir como el alumno.

Anónimo dijo...

Profesor, soy Makarena Ahumada

Una de las cosas que me llama la atención es la actitud que el profesor debe tomar para lograr buenas relaciones en el aula, ya que el comportamiento humano está determinado por una serie de factores de interacción, como por ejemplo: Ambiente Social, sentimientos, pensamientos, identidad, expresión. Los alumnos suelen tomar las actitudes del profesor como referentes, por lo que es necesario dejar fuera el mal comportamiento para lograr tener un completo equilibrio en las relaciones. Ser profesor para mí no es nada fácil, pero no es imposible y leer este tipo de textos además de aprender con cada experiencia es lo que me motiva para llegar a ser uno de ellos. Los profesores muchas veces toman malas actitudes dejándose llevar por lo cognitivo y dejando de lado lo llamado emocional, por lo que es necesario tener una diversidad de interacciones, y es así como alumnos de diferentes colegios suelen llamar al profesor “Aburrido”, además, poniendo de nuestra opinión como antiguos alumnos de un establecimiento y presentes alumnos de Universidad, podemos decir que solemos dar opiniones sobre su calidad como docente, entendiendo esto como la forma en que el docente conduce las interacciones, es ahí donde nosotros destacamos la calidad de cada profesor. Otro factor que se ve mucho en el aula son las actitudes de los alumnos que generalmente están fuertemente ligada a el ambiente social en el que se encuentre o bien donde se desarrollo y es donde nos fijamos en la vulnerabilidad que todos tenemos, como un comportamiento que se debe dejar afuera al momento de entrar a un aula, también cambiar la actitud del alumno para que deje esa conducta. Yo en mi periodo escolar de enseñanza media en la asignatura de Tecnología, nos dieron un experimento que consiste en hacer un taller de reforzamiento a niños de tercero basico, donde debían superar sus notas, por lo que nosotros como grupo decidimos la asignatura de matemáticas. Este tema de la violencia entre sus propios compañeros se veía mucho, como también se veía la vulnerabilidad entre algunos de los niños, pero eso no nos impedía comunicarnos con ellos, debíamos tomar una actitud diferente y sin saber como ser profesor. Ahora me doy cuenta que fue un trabajo duro pero que lo logramos con éxito, ya que pudimos realizar una educación confluente, es decir, combinar nuestra conducta cognitiva y emocional a la vez. El factor y la actitud que me hizo dar cuenta que el trabajo como profesores siendo alumnos de segundo medio, fue un buen trabajo, es cuando se acercó una niña que pertenecía al grupo a los que le rendimos un taller de reforzamiento y me pregunto si es que le podía ayudar con matemáticas, yo acepté, después de un tiempo la mamá de aquella niña se acercó y me pregunto si es que podía hacerle clases a ella para poder superar sus notas. Éste echo fue uno de los que me motivó a ser profesora y además de crear un ambiente en el cual hay reciprocidad, en el que se la niña aprendía de mi como yo también aprendí de el la.
Uno de los ejemplos nombrados en este texto escrito por mi profesor de psicología educacional, es el del mechoneo, donde muchos adolescentes (incluyéndome) solemos dejarnos llevar por las conductas que toman nuestros compañeros de segundo año, tomándolo como un entretenimiento y para muchos un temor. Pero para nosotros es importante la postura que algunos profesores toman al momento de saber que anduvimos pidiendo plata por las calles, con nuestra ropa rota y nuestras caras pintadas. Muchas veces demostramos que no tenemos importancia a lo que el educador nos dice sobre cuidarnos, sobre hacer valer como personas, en fin, en el fondo nuestra mente esta captando cada una de esas señales las que nos hacen sentirnos queridos, ya que el comportamiento biológico es diferente al comportamiento mental y generalmente eso nos hace adquirir el llamado equilibrio.

Anónimo dijo...

Makarena Ahumada, Segunda parte :

En más de alguna oportunidad hemos visto a compañeros y compañeras que suelen sentarse apartados y no demostrar interés en acercarse al resto del curso, que toma como resultado una conductas observadas que nos indica si las emociones están presentes, visualizando todo esto a través de gestos o el simple echo de tomar la iniciativa de alejarse del resto del curso.
Como para terminar, la actitud que el profesor debe tomar es importante para controlar la disrupción en la sala de clases, porque muchas veces no sabemos lo que hay detrás de esos jóvenes o niños, no sabemos si hay un ambiente social de crecimiento que los perturbó y es ahí donde debemos tomar en cuenta la vulnerabilidad, por que nosotros como futuros profesores debemos tratar de cambiar esa actitud, volver a los alumnos menos vulnerables y hacer que el clima de la sala de clases sea agradable y a la vez entretenido.

Anónimo dijo...

Hola,Soy
Diego Romo
aqui le dejo mi comentario de la vulnerabilidad en la educacion.

Unas de las ideas que más me llamo la atención en el texto fueron las medidas en que se genera un buen ambiente en la sala de clase, no necesariamente con los alumnos si no también con los apoderados. Muchas veces los conflictos se producen en el aula como profesor - alumno o profesor - apoderado y también está el caso de profesor – profesor. Como por ejemplo: cuando yo era un alumno de enseñanza media, tuve un conflicto con un profesor de lenguaje por una prueba en la cual yo no merecía esa calificación lo cual la profesora se molesto mucho porque la enfrente ya que ninguno de mis compañeros había sido capaz de enfrentar a esa profesora porque su carácter era muy conflictivo. En el momento de enfrentarle yo le pedí que me revisara de nuevo la prueba pero ella se negó a hacerlo lo cual nos alteramos demasiado y ella tomo la medida de expulsarme de la sala de clase, poniéndome una anotación negativa. Yo no me quede tranquilo y le explique a mi padre lo sucedido, él me acompaño al colegio y conversamos con la directora, la cual ella programó una cita con la profesora para poder aclarar el tema. Al final tuvimos esa conversación con la profesora pero ella igual decía que esa era la nota que me merecía y en esos momentos la directora llamo a otra profesora del establecimiento de la misma asignatura que me reviso la prueba y dijo que merecía una mejor nota. En su conversación llegaron al punto de que todos los alumnos del curso teníamos menos puntos de los debido, la profesora nunca dijo que tenía una “mala onda” con el curso y ese era el motivo por el cual nos castigaba con los resultados de cada examen, en esos momentos decidieron cambiar al profesor de lenguaje. A mi opinión, la actitud que tomó mi profesora fue totalmente errónea ya que su comportamiento fue estereotipado, tomando en cuenta que no éramos todos los que solíamos molestar en la sala de clases, si no había compañeros a los que no provocaban ninguna disrupción.
Uno de los conceptos importantes que habla el texto es la vulnerabilidad la cual muchas veces termina afectando al ambiente en la que se realiza la clase y al mismo tiempo para hacer que esto no suceda se debe dejar afuera esta actitud llevada al aula.
La vulnerabilidad muchas veces también se expresa en el mechoneo que fue un ejemplo en el cual me llamo mucho la atención en el tema, ya que cuando entré a la universidad el mechoneo no fue agresivo de parte de los de segundo año. Ellos no los obligaron a ser mechoneado si no que ellos dejaron que se fueran los que no querían participar. Es así como todos lo tomamos como un momento de alegría más que un momento desagradable, pero también en muchos casos a pasado que las personas por su vulnerabilidad han querido alejarse de esta tradición ya sea por sus actitudes afectivas dentro de su vulnerabilidad.

Anónimo dijo...

¡Hola profesor!
Aqui le dejo mi comentario sobre la llamada vulnerabilidad en la educación (primera parte).


Nuestro trabajo como profesores enseñando o como profesores en formación y de corazón no es solo el de enseñar una materia y de seguir un formato específico, sino el de preocuparnos por los alumnos más vulnerables, alumnos con temor, con inseguridad, con falta de afectividad, con baja autoestima, etc.
El profesor es la principal fuente de referencia para sus alumnos, de el depende el clima emocional dentro de la sala de clases, su actitud es indispensable para crear un ambiente de sana convivencia o por el contrario de agudizar un problema.
La actitud del profesor de ayudar a sus alumnos no siempre es fácil, pues si un alumno no tiene un pilar fundamental como es el apoyo de sus familiares o se encuentran carentes de afectividad, su sentimiento de escasa autoestima se plasma un problema de adaptación personal y muchas veces deciden por su propia cuenta portarse mal en el establecimiento educacional como una estrategia para llamar la atención. No obstante, es en las escuelas mas vulnerables donde la labor del profesor se hace mas diversa, creativa, emotiva y mas humana, ya que el docente muestra una gran preocupación por la situación en que día a día viven sus alumno y por motivarlos al aprendizaje “Si hay una persona que cree en ti, tienes todas las posibilidades de llegar a ser exitoso” (Sigmund Freud).
Los estudiantes se hallan cada día expuestos a agresiones y estrés, tanto por sus pares, el barrio donde viven, su familia o incluso en algunos colegios y universidades. Es el profesor quien interviene pedagógicamente para que las relaciones interpersonales se tornen en un clima agradable, es él quien sabe que para aprender amar mejor se debe comenzar con los alumnos más “negativo de la clase”, transformándolo mediante un trabajo arduo, exigente y de largo aliento en alumnos menos vulnerables. La preocupación del profesor por darles un rol protagónico a sus alumnos, es un tipo de ejercicio democrático que hará que nuestros estudiantes sientan que son considerados, “la escuela es ante todo el lugar donde se construyen los vínculos sociales, donde debe elaborarse la democracia de la vida” (Petrella, R).


Nosotros como profesores debemos dejar nuestra vulnerabilidad de lado para enfrentar con gran éxito la atención de nuestros alumnos, ganarlos el respeto debido y nuestra autoridad como profesores. Todos estos ingredientes que grandes profesores conocen y practican: La perseverancia, la paciencia y mucho amor tanto como a los alumnos y la profesión “El amor es la emoción que constituye y conserva la convivencia social” (Matura, H).

Attm: Claudia Salas Sanhueza
Ped. en Quimicas y Ciencias
Primer año.

k(1000)o dijo...

Hola profe! como está, soy Camilo Gómez V. de 1° de Ped. en Química y aqui le dejo mi comentario a cerca del tema de la vulnerabilidad educacional.

Uno se pone a pensar en que escribir y en como poder explicar un poco de cómo llegar al punto del tema, uno también debe ponerse en el caso de cómo ser una persona marginada o vulnerable frente a las diversas circunstancias…
Cuando me matricule en la Universidad de Playa Ancha, Ciencias de la Educación pensé en algún momento en el mechoneo y hablando con mis amigos que alguno de ellos van en la mencionada universidad me mencionaban diversas experiencias de hechos con respecto del denominado “mechoneo” cada uno de ellos me mencionaban diversas situaciones, hasta uno me llego a decir que le echaron hasta orina en el cuerpo…
Me puse a pensar en un momento en el grado de vulnerabilidad que se crea uno en la mente que se puede llegar a convertir en una psicopatía, piensas en un momento en: “¡Que me harán… que asquerosidad me harán de comer… besare una cabeza de chancho o de pescado”! en fin.
Que pasa por las cabezas de tanta gente el disfrutar de las personas que se sienten incomodas en el momento de sufrir tal absurda situación, gente que conozco que ha estado en la universidad por su esfuerzo y todo el apoyo familiar de situación económica no muy favorable, que posee un espíritu de estudio y se ven perseguidos si se puede llamar de alguna manera hasta el momento en que se ven obligados a aceptar, ¡Claro! Ellos dicen: “En algún momento lo tendré que pasar igual o si no me marginaran, me trataran como el raro, el mechón “rebelde” como coloquialmente se les llama. Pero qué pasa cuando tal individuo proviene de un entorno vulnerable con ansias de salir adelante pero que no conoce a nadie y tiene que juntar $10.000… Sin duda no hay respuestas… Y lo peor que el sentimiento de venganza hace que cada año el mechoneo se convierta en la peor experiencia de la vida de los primeros años de cada carrera que ingrese a la universidad… Que falta de raciocinio…
Me llamo mucho la atención este artículo del diario publimetro que menciona:
Universitarios se quedarán sin mechoneo este 2010
Casas de estudio superiores suspenderán la semana de bienvenida…
(Publicado 13:47 h. 03-03-2010)
Al momento sentí un alivio tremendo ya que por el tema del terremoto se harian jornadas reflexivas u otro tipo de actividades pero no. La mente de la gente es hacer sufrir a los demás, eso lo he tenido presente desde siempre…

k(1000)o dijo...

2° Parte...



Otro tema que me llamo muchísimo la atención fue el siguiente:
CAUSAS SOLUCIONES
- Falta de dinero o recursos para financiar estudios- Necesidad de trabajar (“los niños desertan porque tienen que trabajar”)- Falta de responsabilidad de los padres- Problemas de comunicación familiar- Falta de apoyo familiar- Desigualdad social- Mala calidad de la educación - Más recursos- Más becas de estudio- Informar a las familias sobre las redes sociales- Orientación hacia los padres desde los colegios- Diálogo familiar- Mayor orientación a los alumnos- Igualdad de derechos - Mejorar la calidad de la educación en los colegios municipalizados- Mayor fiscalización de los recursos que entrega el gobierno- Más recursos para la educación municipal. Etc.
Uno como profesor debe poner en frente todos estos aspectos ayudando a nuestros pequeños y grandes estudiantes a salir de su entorno vulnerable, a estar con ellos en cada momento, a prestarle apoyo no solo cuando ellos lo estimen conveniente si no que en cada momento.
La vulnerabilidad a veces termina por hundir a un estudiante en una depresión, en pensar en cada momento de que en casa me pasa esto, que el mechoneo, que no hay dinero, en fin…
Aplico las palabras que un profesor de mi colegio me mencionaba: “Deja todos tus problemas en la casa y al momento de cerrar la puerta de tu casa sacúdete ese ánimo maldito y ten en la mente una idea de pasarlo bien un momento, de compartir con gente que te quiere y lo importante aplicar la felicidad un momento con el estudio” que mejor mezcla…
Entonces ayudemos a nuestros pequeños y grandes alumnos a salir adelante, a apoyarlos , prestarle un oído en cualquier momento, no solo cuando ellos lo necesiten , si no que estemos pendientes de ellos siempre. Olvidándolos de su entorno y haciéndolo cada día ser mas y mas felices.

Anónimo dijo...

Hola, profesor aquí está mi comentario…

En lo que respecta al tema de vulnerabilidad en educación, es esencial que los profesores no sólo se muestren ante sus alumnos como entes de “autoridad”, o que sólo les proporcionan conocimiento, sino que también como seres humanos que sienten y que se muestran interesados por sus alumnos, esto debe ser una realidad, y como futuros profesores debemos tener en cuenta que tanto los alumnos de esta generación como los que tendremos que educar en un futuro están padeciendo de mucha soledad, es decir, al momento de llegar a sus hogares no hay nadie, por que ambos padres trabajan (cuando los hay), o se enfrentan a un ambiente de indiferencia o violencia, es por esto que hay que empatizar, mostrarles que en la escuela pueden encontrar un ambiente diferente, haciéndoles agradable la estancia, llegar de buen humor, dando los buenos días, por que como bien dice en su libro –conflictos entre profesores y alumnos- el profesor es quien crea el ambiente en la sala de clases; con cosas tan simples como las mencionadas con anterioridad, y por supuesto con respeto, de forma adecuada sin incurrir en el autoritarismo o de lo contrario, generalmente, gatilla el rechazo del alumno. Y por último demostrarles que en la escuela hay quien si se preocupa por ellos, y a la vez incentivarlos que el aprender no tiene por que ser algo tedioso sino que puede ser agradable si se enfoca desde otra perspectiva.

Atte. Génesis López
Pedagogía en Química (2010)